El presidente de UBS sostiene que nunca se plantearon pagar el bonus a Orcel al fichar por Santander
El presidente mundial de UBS, Axel Weber, ha declarado este miércoles que el banco suizo nunca estuvo dispuesto a pagar el bonus de Andrea Orcel, una condición que impuso el Banco Santander para incorporarlo como consejero delegado en 2018. Weber ha realizado estas declaraciones por videoconferencia en el juicio que se sigue en Madrid por el fichaje fallido del banquero italiano por el banco que preside Ana Botín, en el que se solicita la mayor indemnización por despido de la historia: 76 millones.
El presidente de UBS ha asegurado que «en ningún momento se planteó negociar con Santander». «Las normas internas establecen que no se abonan los bonus pendientes de cobro cuando un empleado se va voluntariamente a otra entidad financiera. Y Santander era una entidad financiera y, por tanto, un competidor».
Así se lo comunicó a Ana Botín en dos conversaciones telefónicas que mantuvieron el 19 y el 23 de septiembre de 2018. «Era un tema muy mediático y con gran escrutinio regulador, así que el consejo de UBS decidió que debía aplicar la normas internas de forma estricta».
Este punto es muy relevante porque el Santander sostiene que condicionó la contratación de Orcel a que éste consiguiera que UBS se hiciera cargo de una parte sustancial de la remuneración diferida que tenía pendiente de cobro, valorada en torno a 39 millones. De hecho, Orcel dijo que estaba seguro de que el banco suizo se haría cargo de al menos del 50% de esa cantidad, según ha declarado en la misma vista el director de recursos humanos de Santander, Roberto Bernardini (que acaba de fichar por Danone). Al no conseguirlo, el banco español desistió del fichaje porque consideraba excesiva la cantidad mínima de 35 millones que le exigía Orcel.
¿Orcel intentó que UBS pagara el bonus?
Lo que no ha quedado del todo claro es si Orcel hizo ese intento de que UBS pagara una parte del bonus. Tanto Weber como el director de recursos humanos de la entidad, Mask Shelton, han insistido en que nunca hablaron con él de remuneración, sino sólo de cómo facilitar su transición. Sin embargo, han admitido que Orcel les dejó claro que «no estaba contento con ese tema», aunque Weber se negó a tratar el tema.
Por otro lado, Shelton ha reconocido que UBS ahora sí está abonando esa compensación diferida, ya que Orcel se acogió a la figura de jubilación después de que Santander desistiera de su fichaje (Orcel considera que fue un despido porque ya había sido contratado). Tras este desistimiento, ya no se iba a un competidor y, por tanto, dejaba de regir la regla interna que impedía pagarle el bonus.
El italiano asegura que ha restado las cantidades percibidas en los últimos años de su petición de indemnización, que ha rebajado de 112 a 76 millones tras ser nombrado consejero delegado de Unicredit (pese a esa condición de jubilado). Esta cantidad incluye dos años del salario que habría percibido en Santander a razón de 10 millones cada uno (inicialmente pedía tres o cinco años), la prima de fichaje de 17 millones y entre 18 y 29 millones -en función de la fiscalidad- por el bonus pendiente de UBS. El resto son los daños morales sufridos.
Tras la declaración del secretario del consejo del Santander, Jaime Pérez Renovales -que se ha ratificado en la postura del banco-, el juez ha decidido que las partes presenten sus conclusiones por escrito en un plazo de 10 días. El abogado del banco, pese a mostrar ciertas reticencias, finalmente ha aceptado este formato.